Una alimentación saludable para el corazón y el cerebro
Somos lo que comemos
Por eso nuestro organismo requiere un aporte de nutrientes equilibrado y suficiente, sin excesos ni defectos.
Una buena alimentación es garantía de salud.
El corazón es una poderosa máquina que no puede dejar de latir ni unos pocos minutos.
Hay que cuidar el propio corazón. Solo tenemos ese.
Todo el organismo se beneficia de sus latidos a través de la sangre oxigenada que esta maravillosa bomba impulsa todo el árbol circulatorio.
Las enfermedades del corazón y del sistema el sistema circulatorio son frecuentes y una de sus causas es porque no cuidamos bien la alimentación.
Son, y lamentablemente seguirán siendo. La primera causa de muerte. Pero la buena noticia es que son muy prevenibles como con una alimentación saludable.
El cerebro es la base orgánica de todas las funciones superiores del ser humano. Así que también se merece una buena nutrición: si falta nuestro cerebro, se hunde nuestra persona.
Por ello, las enfermedades que afectan al cerebro son cada vez más importantes en una sociedad donde las personas viven muchos años, y muchas de ellas pueden beneficiarse de una alimentación adecuada.
Prevención primaria, ¿por qué no adelantarse?.
Más vale prevenir que curar, absolutamente cierto
Pero cuando se habla de prevención no hay que pensar solo en la prevención basada en medicinas.
En prevención es crucial la dieta y el estilo de vida.
La prevención no consiste en que las personas sanas visiten continuamente a los médicos. No se debe descargar en el médico ni en las medicinas la responsabilidad de la propia salud.
No hay duda de que hay que ir al médico cuando uno se encuentra mal. Pero si se habla de personas sanas, nunca se insistirá bastante en que cada uno debe de ser el protagonista y el responsable de su propia salud dirigiendo su vida hacia una dieta sana y un estilo de vida físicamente activo, libre de drogas, de tabaco y de otros hábitos perjudiciales.
Esto es lo prioritario para lograr la salud.
La prevención primaria es la prioritaria y consiste en actuar antes de que alguien enferme evitando los factores de riesgo y combatiéndolos mediante cambios en la alimentación y en los hábitos de vida.
Pensar que la medicina preventiva consiste en consumir fármacos preventivos y poner en ellos toda la confianza es equivocarse de pleno.
La medicina preventiva no son medicinas preventivas la solución hay que buscarla sobre todo en el cambio de las conductas insanas.
¿Por qué la alimentación correcta puede prevenir los ataques cardíacos o los accidentes cerebrovasculares?
Dentro de las enfermedades del corazón o del aparato circulatorio, dos son las principales causas de muerte: los ataques al corazón (infartos) y los derrames cerebrales (ictus).
Por tanto es a estas enfermedades a las que debemos dedicar los mayores esfuerzos en la medicina preventiva.
Estas enfermedades pueden estar fuertemente determinadas por los hábitos alimentarios:
Los países mediterráneos que consumen menos carnes rojas y que usan aceite de oliva en vez de mantequilla tienen menor frecuencia de estas enfermedades que los países nórdicos o EEUU.
Japón con muy poco consumo de carne y mucho de pescado tiene menos enfermedades del corazón y una longevidad excepcional con buena calidad de vida.
Se ha descubierto que lo que comemos influye en las lesiones que presentan las arterias coronarias que riegan el corazón y las arterias cerebrales de las que depende un buen funcionamiento de nuestro cerebro.
Así el tipo, y no la cantidad de grasa de la dieta, influye en las placas de grasa que se depositan en las arterias y se van cerrando con el tiempo, pero también hay elementos como algunas sustancias minoritarias del aceite de oliva (polifenoles) que reducen la inflamación y la oxidación de esas grasas que están dentro de nuestras arterias.
Algunos componentes de esta Dieta Mediterránea como el aceite de oliva o los ácidos grasos omega tres, procedentes del pescado, pueden actuar sobre los mecanismos de acción de la sustancias que comunican unas neuronas con otras y que se llaman neurotransmisores.
Uno de ellos es la serotonina y sus niveles suelen ser insuficientes en las personas que tienen depresión.
Algunas sustancias presentes en las frutas y verduras ayudan a que nuestro organismo elabore mejor la serotonina. Ciertas moléculas derivadas del aceite de oliva ayuda a que la serotonina se acople mejor a sus receptores y ejerza mejor sus funciones.
Además la capacidad protectora de la dieta mediterránea frente a la depresión podría asociarse con un consumo más elevado de algunas vitaminas como el ácido fólico y otras del grupo B presentes en los productos de origen vegetal como frutas verduras y legumbres.
Son numerosos los estudios que subrayan la importancia de mantener una dieta mediterránea y un alto consumo de aceite de oliva virgen, verduras, frutas, frutos secos, cereales, legumbres y pescado con un consumo moderado de alcohol preferentemente de vino tinto y una reducida ingesta de productos cárnicos sobre todo carnes rojas y de lácteos
Esto no quiere decir que se eliminen ciertos productos de la dieta, sino que sean variados y equilibrados.
Es el sector de comidas rápidas y de bebidas azucaradas el que más negativamente influye en nuestra alimentación.
Servicio Bienestar cardiovascular
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El objetivo es fomentar la prevención cardiovascular y sensibilizar a las personas para que se hagan cargo del bienestar de su corazón, controlando los factores de riesgo, como hemos comentado mediante una alimentación sana y un estilo de vida adecuado.
Es un servicio fundamental para concienciar a cada persona de su condición de riesgo personal y como afrontarla.
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