De cara al invierno muchas de vosotras nos preguntáis sobre la introducción en vuestra rutina del retinol.

En los cambios de estación, igual que cambiamos la ropa del armario, hay que adaptar la rutina para cada momento.

Hay que hacer ajustes ya que el grado de humedad y temperatura no es igual en invierno que en verano y estos cambios tienen importancia en nuestra piel.

Los retinoides son el mayor activo antiedad conocido hasta la fecha y reconocido por la comunidad científica. 

Su secreto es la capacidad  de estimular la producción natural de colágeno y ácido hialurónico en nuestra piel, aportando múltiples beneficios: disminuye las arrugas, difumina las manchas, renueva y regenera la piel, aporta luz.

Podemos decir que el retinol es un “súper activo” .

Se trata de un derivado de la vitamina A que se puede presentar en diferentes formas y concentraciones, para adaptarse a cada tipo de piel,

no todos los retinoides son iguales.

  • El ácido retinoico (tretinoína, isotretinoína) es la forma activa de la Vit, A, pero también el más irritante y requiere una “prescripción médica”.
  • El retinaldehído precursor directo del ácido retinoico pero es menos irritante. El riesgo de enrojecimiento o descamación es menor.
  • El retinol se transforma en nuestra piel en ácido retinoico, algo menos potente, pero también menos irritante y, en función de la concentración y el PH será más o menos eficaz. 
  • El retinoato funciona como el ácido retinoico, pero no enrojece.
  • Palmitato de retinol o retinil palmitato es una forma de almacenar el retinol es más estable pero también es  más débil. Por ello tiene la ventaja de que no suele provocar irritación.

Utilizando el producto correcto, el retinol y sus derivados hacen maravillas en la piel durante todo el año, y en invierno es un buen momento para empezar a usarlo.

Si queréis empezar a utilizarlos, lo primero es ver el estado de vuestra piel.

Retinización

Para empezar un periodo de “retinización” (tiempo para que tu piel se adapte al activo), tienes que observar y escuchar  tu piel, para que ésta se adapte con mayor facilidad.

La clave es empezar de menos a más y según la tolerancia empezaremos a subir la concentración.

Es importante fijarse la fórmula en su conjunto, no solo en los activos de forma individualizada.

Por ejemplo si la fórmula lleva Retinoide con Niacinamida, que tiene una acción antinflamatoria, aumenta la tolerancia al producto.

Puede darse el caso de que la piel esté irritada en el proceso de Retinización, pero si es de forma contínua, habría que volver a valorar el tratamiento, y adecuarlo a las necesidades de la piel.

La clave está en ir subiendo poco a poco la dosis de retinol. Siempre con el apoyo de un profesional. 

Sabes que en la farmacia tienes nuestras especialistas de dermo para ayudarte a preparar la rutina que necesitas, en función del estado de tu piel y tu estilo de vida.

Y en El contorno de ojos, podemos poner retinol… 

La piel del ojo es más fina y sensible, por ello hay que buscar concentraciones que no sean muy altas (por ejemplo retinol al 0,05% o retinaldheido al 0’015%) y que estén bien formuladas.

Así que os invito a empezar con el Retinol Pero… si os surgen este tipo de preguntas:

 ¿Qué fórmula utilizo? ¿Cuándo y cómo? ¿Descanso o sigo? ¿Me irritará la piel?

Ponte en contacto con nuestras especialistas e intentaremos resolver tus dudas