Una correcta alimentación durante la infancia es esencial para favorecer el crecimiento y desarrollo de los bebés.

Los primeros 1.000 días del lactante, que comprenden desde la concepción hasta los dos años, son clave y tienen una influencia de por vida en numerosos aspectos de la salud. 

Promover una alimentación equilibrada e instaurar unos hábitos dietéticos saludables durante esta etapa contribuye al buen desarrollo físico, psíquico y social de los niños, y evita la aparición de trastornos y enfermedades en la edad adulta.

ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA: CEREALES Y OTROS ALIMENTOS

La alimentación complementaria (AC) es el proceso en el que se ofrecen al lactante alimentos distintos a la leche materna (LM) o fórmula infantil, con el objetivo de mantener un equilibrio energético y nutricional adecuado.

Ha de iniciarse alrededor de los 6 meses, de manera flexible y escalonada, individualizando cada caso en función del desarrollo y estado nutricional del bebé, y manteniendo la lactancia materna durante el tiempo de diversificación.

Los cereales son el alimento con el que mayoritariamente se inicia la AC. Son la principal fuente de hidratos de carbono y fibra de la dieta y aportan una gran cantidad de energía. Tienen un sabor suave, son de fácil asimilación y constituyen un buen vehículo para la adición de hierro. Existen diferentes tipos, como el arroz y el maíz (sin gluten), o el trigo, la avena, el centeno y la cebada (con gluten)

CONSEJOS PRÁCTICOS ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA

  • Ofrecer comida sana, nutritiva y variada.
  • Servir raciones apropiadas a su edad y ritmo de crecimiento.
  • Incorporar los alimentos de forma progresiva, en pequeñas cantidades y separando su introducción en intervalos de unos días, para comprobar la tolerancia y la aceptación.
  • Respetar las señales de hambre y saciedad y no prefijar una cantidad concreta.
  • Animarlo a comer y probar nuevos alimentos, pero sin forzarlo ni distraerlo.
  • No interpretar cómo permanente el rechazo inicial a un nuevo alimento, y seguir ofreciéndolo en los siguientes días o semanas, sin presionar.
  • No añadir sal, azúcar ni edulcorantes, para que el bebé se acostumbre a los sabores naturales de los alimentos.
  • Continuar la lactancia a demanda: la leche continúa siendo la principal fuente nutritiva.

PREGUNTAS FRECUENTES EN LA OFICINA DE FARMACIA

¿Cuál es el mejor cereal para iniciar la alimentación complementaria?

Inicialmente, se recomiendan cereales sin azúcares añadidos y con alta digestibilidad. Si se inician antes de los 6 meses, se recomienda comenzar por los cereales sin gluten, y a partir de los 6 meses se pueden incluir con gluten.

Es conveniente explorar los gustos y necesidades de cada familia, dando preferencia a las harinas integrales.

Se recomienda evitar los azúcares libres en la dieta de los lactantes, por lo que las papillas no deben contener azúcares añadidos.

Otros alimentos que aportan cereales son: arroz cocido, pan sin sal, fideos, etc.

Inicialmente, pueden ofrecerse en las tomas que corresponden al desayuno y la cena, agregando 1-2 cacitos a la leche y comprobando la tolerancia.

Puede aumentarse progresivamente, espesando la papilla hasta obtener una consistencia que pueda darse con la cuchara.

Si el bebé toma pecho, ¿cómo pueden introducirse los cereales?

Los cereales en polvo pueden añadirse a la LM, tras extraerla. También pueden prepararse con agua, o añadirlos a los purés de fruta o verdura, si ya se han iniciado estos alimentos. Otra forma podría ser dar al bebé arroz hervido y chafado, pan, pasta, etc., según su edad y estado madurativo. En ningún caso debe sustituirse la toma del pecho por leche de fórmula con

el único objetivo de dar cereales, ya que puede condicionar un destete precoz innecesario.

Existe cierta tendencia a preparar papillas con agua, pero hay que tener en cuenta que entonces muchas de ellas no constituyen un alimento completo.

¿Existe relación entre la edad de introducción del gluten y la enfermedad celiaca?

Es un tema controvertido. En estudios recientes con un alto grado de evidencia se ha demostrado que la edad de introducción del gluten no influye en el desarrollo de esta enfermedad. Los grupos de expertos recomiendan introducirlo en torno a los 6 meses de edad, y nunca antes de los 4 meses.

Los bebés intolerantes a la lactosa, ¿pueden tomar papillas?

La lactosa está presente en numerosos productos, entre ellos muchas de las papillas de cereales (debido a su reconstitución con LM o fórmula infantil). No obstante, existen en el mercado papillas sin lactosa nutricionalmente diseñadas para su preparación con agua, aptas para los bebés intolerantes.

Existe una amplia variedad de papillas infantiles: multicereales, con/sin gluten, lacteadas, sin lactosa, especiales (para bebés con diarrea o estreñimiento), etc.

¿Por qué es tan importante que los cereales estén enriquecidos con hierro?

A esta edad de rápido crecimiento, los bebés tienen unos requerimientos nutricionales especialmente elevados, que a partir de los 6 meses la LM no es capaz de cubrir. El hierro es uno de los nutrientes más demandados durante la primera infancia, participa en numerosas funciones y su carencia se asocia a un retraso del desarrollo cognitivo. La introducción de cereales enriquecidos es una buena medida de protección frente al déficit de hierro.