Desde la oficina de farmacia es posible contribuir a mejorar la calidad de vida de los pacientes con depresión mediante la dispensación activa, la promoción de servicios o el seguimiento farmacoterapéutico.

La depresión es uno de los principales problemas de salud en todo el mundo. Se calcula que afecta a más de 300 millones de personas y es una de las principales causas de incapacidad [1].

España es el cuarto país europeo con más casos de depresión, con una prevalencia de más de 2 millones de personas. Se estima que afecta a más del doble de mujeres (9,2%) que de hombres (4%) [2].

Ante este problema, los farmacéuticos comunitarios pueden tener un impacto relevante: su posición cercana al paciente permite detectar casos tempranos de cuadros depresivos y promover su atención y seguimiento de forma precoz.

La adherencia al tratamiento en la depresión

Uno de los mayores problemas en el abordaje de pacientes crónicos o con enfermedades de larga duración es la baja adherencia a los tratamientos farmacológicos prescritos: la mitad de los pacientes no sigue correctamente el tratamiento prescrito por su médico [3].

Desde la oficina de farmacia se puede educar al paciente en la necesidad de cumplir con la adherencia terapéutica. Es importante concienciarle de que la medicación es clave para la mejora de los síntomas y, por lo tanto, de la calidad de vida.

Además, se puede resolver cualquier preocupación o duda relacionada con los medicamentos prescritos que el paciente pueda tener. También puede ser necesario alertarle de los riesgos de la automedicación en episodios depresivos cuando se detecten estos casos.

Una estrategia efectiva que se puede adoptar es efectuar un plan de seguimiento farmacoterapéutico que permita evaluar la evolución del paciente, la efectividad de la medicación y una posible derivación al especialista en caso necesario.

En casos de detección de un seguimiento farmacoterapéutico inefectivo o erróneo, y tras una correspondiente evaluación, la intervención del farmacéutico registra una mejoría en la salud de los pacientes hasta en un 46% de los casos. [4]

Recomendaciones para abordar la depresión desde la farmacia

Además del seguimiento farmacoterapéutico, desde la farmacia comunitaria se puede ofrecer al paciente una serie de consejos que pueden ser útiles tanto para prevenir como para abordar la depresión. [4]

  • Exteriorizar los sentimientos: comunicar abiertamente las emociones con personas de confianza puede mejorar el estado de ánimo y ayudar a percibir la depresión con más naturalidad. Esto puede hacer más fácil gestionar los sentimientos de culpabilidad y preocupación que a menudo acompañan al trastorno depresivo.
  • Participar en sociedad: aunque en estos casos puede hacerse cuesta arriba, asistir a eventos sociales con otras personas ayuda a combatir el aislamiento y la soledad.
  • Hacer ejercicio regularmente: la práctica de actividad física habitual contribuye a mejorar la autoestima. Además, ayuda a secretar endorfinas, hormonas que contribuyen al bienestar emocional.
  • Cuidar la alimentación: es muy recomendable seguir una dieta equilibrada y saludable y evitar el consumo de estimulantes, como el alcohol o la cafeína.
  • Practicar ejercicios de relajación: resulta beneficioso practicar la meditación o hacer ejercicios de respiración a la hora de enfrentarse a determinadas situaciones de estrés.
  • Practicar una buena higiene del sueño: conviene mantener unos hábitos de sueño regulares, evitar las sustancias estimulantes más tarde de las 18h y no usar aparatos electrónicos al menos media hora antes de acostarse.
  • Poner atención a determinados síntomas: algunos indicios que nos advierten de un posible cuadro depresivo son la pérdida de energía, la falta de interés en actividades que normalmente se disfrutan, los cambios en el apetito o el aumento de la ansiedad.
  • Solicitar ayuda profesional: ante casos de duda, es importante recomendar la visita a un especialista. La asistencia profesional es fundamental para prevenir y tratar cuadros depresivos y evitar el empeoramiento, que puede llevar a un mayor riesgo de suicidio.

Como experto en medicamentos, el profesional de la farmacia puede contribuir a:

  • Mejorar la adherencia terapéutica
  • Revisar y asesorar sobre medicamentos
  • Prevenir el uso indebido de la medicación
  • Empoderar su toma de decisiones respecto a los fármacos

La implantación de servicios farmacéuticos de salud mental cuenta con una serie de aspectos a tener en cuenta, como:

  • La confianza entre farmacéutico y paciente
  • El estigma social en torno a enfermedades mentales
  • La colaboración y comunicación entre profesionales de la salud
  • La formación específica sobre trastornos mentales
  • La definición de las funciones de la atención farmacéutica

Fuente: www.tevafarma.es

Referencias

[1] Depresión. Organización Mundial de la Salud. Disponible en: https://www.who.int/es/news-room/fact-sheets/detail/depression [Acceso: 08/09/2021]

[2] España, cuarto país en Europa con más casos de depresión. Colegio de Médicos. Disponible en: https://colegiodemedicos.es/espana-cuarto-pais-de-europa-con-mas-casos-de-depresion/ [Acceso: 08/09/2021]

[3] Plan de adherencia al Tratamiento.  Farmaindustria.  Disponible en: https://www.farmaindustria.es/adherencia/ [Acceso: 08/09/2021]

[4] Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos. Punto farmacológico nº15: Depresión. Disponible en: https://www.cofpo.org/tl_files/Docus/Puntos%20Farmacologicos%20CGCOG/20170406%20INFORME%20CONSEJO%20DEPRESION%2006-04-2017.pdf [Acceso: 08/09/2021]

[5] Plan de acciόn sobre salud mental 2013-2020. Organización Mundial de la Salud. Disponible  en:
https://apps.who.int/iris/bitstream/handle/10665/97488/9789243506029_spa.pdf [Acceso: 08/09/2021]