Hablemos de la Vitamina C…

☞ La Vitamina C es un nutriente esencial para los mamíferos.

La presencia de esta vitamina es creada internamente por casi todos los organismos, siendo los humanos una notable excepción. 

☞ La vitamina C es una vitamina hidrosoluble.

Las vitaminas hidrosolubles se disuelven en agua. Las cantidades sobrantes de la vitamina salen del cuerpo a través de la orina. Aunque el cuerpo guarde una pequeña reserva de estas vitaminas, se tienen que tomar regularmente para evitar una escasez en el cuerpo.

Nuestro organismo es incapaz de producir Vitamina C por sí solo, ni tampoco almacenarla. Por lo tanto, necesitamos incluir muchos alimentos que contengan esta vitamina en la dieta diaria.

Debido a que la alimentación es la principal fuente de Vitamina C para el organismo, queda claro que las dietas desequilibradas o pobres en frutas y verduras frescas pueden causar una carencia de esta preciosa vitamina. 

Algunas condiciones, como el embarazo o la lactancia, el tabaco, el estrés, la fiebre alta o la actividad física intensa pueden aumentar la demanda diaria de Vitamina C y, en consecuencia, pueden predisponer a carencias.

Funciones

La vitamina C se necesita para el crecimiento y reparación de tejidos en todas las partes del cuerpo. 

Se utiliza para:

  • Formar una proteína importante utilizada para producir la piel, los tendones, los ligamentos y los vasos sanguíneos
  • Sanar heridas y formar tejido cicatricial
  • Reparar y mantener el cartílago, los huesos y los dientes
  • Ayudar a la absorción del hierro
  • Favorece también el funcionamiento normal del sistema inmunitario, apoyando al organismo contra eventuales infecciones.

☞ La vitamina C es un potente antioxidante. 

Los antioxidantes son nutrientes que bloquean parte del daño causado por los radicales libres (sustancias responsables del envejecimiento y del daño celular) y contribuye a la protección de las células del estrés oxidativo.

  • La acumulación de radicales libres con el tiempo es ampliamente responsable del proceso de envejecimiento.
  • Los radicales libres pueden jugar un papel en el cáncer, la enfermedad del corazón y los trastornos como la artritis.

La Vitamina C y la piel

En nuestro organismo La Vitamina C interviene en el mantenimiento de huesos, dientes y vasos sanguíneos y juega un papel fundamental en la salud de nuestra piel.

Es un potente antioxidante con amplio aval científico que ha demostrado su gran eficacia en la lucha contra el envejecimiento cutáneo.

Aplicada sobre la piel, tiene una clara acción preventiva frente a los radicales libres, responsables de la aparición del 90% de los signos del envejecimiento.

Por otro lado contribuye a la formación de nuevo colágeno, sustancias que aporta elasticidad y suavidad a la piel.

Se trata del antioxidante más abundante en la piel que participa en múltiples funciones biológicas.

Funciones:

  • Tiene propiedades antioxidantes, antiinflamatorias y protectoras frente al eritema y la quemadura solar producida por la radiación UV. 
  • Es eficaz en el abordaje del envejecimiento de la piel. Aumenta la síntesis de colágeno I y III mejorando la elasticidad, el aspecto de las arrugas y de las manchas.
  • Mejora la función barrera de la piel.
  • Recicla la Vitamina E, al reducir su oxidación y devolviéndola a su forma activa.

La forma más activa es el Ácido L-ascórbico (L-Ascórbic Acid). 

La vitamina C es bastante inestable frente a la luz convirtiéndose en ácido dehidroascórbico que es el que le confiere ese color  amarillo-anaranjado tan típico cuando el ácido ascórbico se ha “estropeado”.

Al ser una sustancia hidrófila, es decir, soluble en agua, no se favorece su penetración en la piel y es inestable.

Una forma de mantenerla estable y que pueda atravesar con mayor facilidad la capa más superficial de la epidermis, es controlando el Ph por debajo de 3.5 a este pH la carga iónica de la molécula se elimina. Pero también es más irritante.

Buscar concentraciones o elaborar preparados superiores al 20 % no sirve de nada, ni mejora sus resultados, ni presenta un beneficio extra para la piel, digamos que ese es el tope de adsorción por parte de la piel.

Algunos Derivados:

Los derivados de la Vitamina C pura tienen un PH más alto, no incrementan la penetración en la piel, pero resultan más aptos para pieles más sensibles al ser menos irritantes.

  • Ascorbyl Glucoside: tiene menos capacidad de inhibir la tirosinasa, pero su alta estabilidad le aporta una alta capacidad antioxidante, reparando el daño solar y estimulando la producción de colágeno.
  • 3-O-Ethyl Ascorbic Acid: derivado estabilizado de la Vitamina C. Posee excelentes propiedades antioxidantes protegiendo la piel del daño inducido por la radiación UV, desde el eritema hasta la inflamación y pigmentación.
  • Ascorbyl-palmitate: Es muy estable. No es irritante y no estimula la síntesis de colágeno, pero si es antiinflamatorio y protector frente al eritema solar. Es un antioxidante ideal para pieles sensibles. 

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